En cada generación, Dios levanta hombres y mujeres fieles que viven valientemente para su gloria, dejando tras de sí un testimonio que aún hoy sigue hablando. Los puritanos eran personas así. No eran conformistas culturales ni minimalistas espirituales, sino creyentes que buscaban ordenar toda su vida en torno a la autoridad de la Palabra de Dios. Su devoción, resistencia y celo por la verdad constituyen un rico legado del que podemos aprender en nuestros días.
 
Viviendo en una época de concesiones, los puritanos se mantuvieron firmes en las Escrituras. Buscaban la santidad no como una carga legalista, sino como la respuesta gozosa de un corazón cautivado por Cristo. Sus escritos nos recuerdan que la verdadera religión no es un ritual externo, sino una devoción interna que brota en todos los ámbitos de la vida. Richard Baxter escribió una vez: «Cristo no es dulce hasta que el pecador se vuelve amargo consigo mismo». Tales declaraciones revelan la profundidad de su comprensión del pecado y la gracia, y su audacia al proclamarlo sin disculparse.
 
Los puritanos también fueron un ejemplo de valentía. Muchos sufrieron el exilio, el encarcelamiento e incluso la muerte por sus convicciones. Sin embargo, siguieron adelante, viéndose a sí mismos como peregrinos que se dirigían a una ciudad celestial. Su visión de la vida, centrada en la gloria de Dios, nos da fuerzas hoy en día para mantenernos firmes en medio de las arenas movedizas de la cultura. Nos enseñan a soportar las aflicciones, a abrazar la obediencia y a fijar nuestra mirada en la eternidad.
 
¿Por qué los cristianos modernos deben recuperar este legado? Porque vivimos en tiempos igualmente difíciles. Abundan las distracciones, la espiritualidad superficial y las concesiones doctrinales. Lo que los puritanos nos legaron —a través de sus escritos, sermones y ejemplos fieles— es una fuente de verdad que nos equipa para vivir con valentía en nuestra generación. Al aprender de ellos, redescubrimos cómo cultivar una vida centrada en Dios, cómo pastorear a nuestras familias, cómo soportar las pruebas y cómo adorar con reverencia y asombro.
 
Por eso existe la Conferencia Puritana. Es más que una reunión: es un llamado a recordar nuestra herencia y a fortalecernos con el valor de quienes nos precedieron. En esta conferencia, escucharás a los principales teólogos y pastores de hoy en día desentrañar la teología, la predicación y el corazón pastoral de los puritanos. Descubrirás cómo sus escritos siguen siendo profundamente relevantes, equipándonos para la adoración, el discipulado y la evangelización hoy en día.
 
La Conferencia Puritana no trata simplemente de historia, sino de transformación. Al aprender de su ejemplo, estará equipado para vivir con más fidelidad en su propio caminar con Cristo, su familia y su iglesia. Es una oportunidad para recordar que el mismo Dios que sostuvo a los puritanos en tiempos de prueba es el mismo Dios que fortalece a su pueblo hoy en día.
 
Invitamos a nuestra familia de la iglesia a unirse a nosotros en esta conferencia transformadora los días 3 y 4 de octubre de 2025, aquí en Grace Church, centrada en el tema: «Vivir para la gloria de Dios». Muchas de las conferencias que se celebran aquí, en nuestro campus, ofrecen la oportunidad de servir, y nuestra familia de la iglesia es siempre fiel a la hora de satisfacer estas necesidades con humildad y sacrificio. Sin embargo, nuestra esperanza es que esta conferencia, con una necesidad limitada de voluntarios, ofrezca a nuestra familia de la iglesia la oportunidad de refrescarse a través del compañerismo con otros miembros del cuerpo y a través de la enseñanza bíblica en esta conferencia.
 
Venga y déjese animar, instruir e inspirar por el legado perdurable de los puritanos, y descubra de nuevo la alegría de vivir con valentía para Cristo. Inscríbase antes del jueves 18 de septiembre en puritanconference.org.