Esta es una carta abierta del Pastor John MacArthur para el Gobernador Gavin Newsom, en respuesta a anuncios colocados por todo el país por parte de la campaña de Newsom, descaradamente citando mal Marcos 12:31 para apoyar el aborto. Vea una versión en PDF de la carta.
29 de Septiembre, 2022
Gobernador Gavin Newsom
1021 O Street, Suite 9000
Sacramento, CA 95814
Señor,
El Dios Todopoderoso dice en Su Palabra: “La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones” (Proverbios 14:34). Las Escrituras también enseñan que el deber principal de cualquier líder cívico es recompensar a los que hacen el bien y castigar a los malhechores (Romanos 13:1–7). Usted no solo ha fallado en esa responsabilidad, sino que rutinariamente la pone de cabeza, recompensando a los malhechores y castigando a los justos.
La Palabra de Dios pronuncia juicio sobre aquellos que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo (Isaías 5:20) y, sin embargo, muchas de sus políticas reflejan esta manera de pensar profana e invertida del honor y la moralidad. Los efectos diabólicos de su manera de ver la vida son evidentes en las estadísticas en California de las epidemias de delincuencia, personas sin hogar, perversiones sexuales (como la homosexualidad y el transexualismo) y otras expresiones malignas de la miseria humana que se derivan directamente de políticas de trabajo públicas corruptas. No necesito detallar o entrar a fondo en muchas decisiones inmorales que usted ha perpetrado contra Dios y los habitantes de nuestro estado, que solo han agravado estos problemas. Sin embargo, mi objetivo al escribir no es contender con su postura política, sino más bien suplicarle que escuche y preste atención a lo que la Palabra de Dios dice a los hombres en su posición.
“Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán” (Salmo 72:11).
“[El]...que gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz de la mañana, Como el resplandor del sol en una mañana” (2 Samuel 23:3–4).
“Abominación es a los reyes hacer impiedad, Porque con justicia será afirmado el trono” (Proverbios 16:12).
Lo que Dios le dijo a Ciro es una verdad que usted debe tomar en serio: “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo” (Isaías 45:5–6).
A mediados de septiembre, usted le demostró a toda la nación cuán completamente rebelde es contra Dios cuando patrocinó carteles publicitarios en todo Estados Unidos que promueven la matanza de niños, a quienes Él crea en el útero (Salmo 139:13–16; Isaías 45:9–12). Usted agravó aún más la maldad de esa campaña asesina con un acto reprobable de blasfemia grotesca, citando las mismas palabras de Jesús en Marcos 12:31, como si de alguna manera usted pudiera torcer Su significado y arrogarse Su nombre a favor de hacer una carnicería con los niños no nacidos. Usted usó el nombre y las palabras de Cristo para promover el credo de Moloc (Levítico 20:1–5). Sería difícil imaginar un sacrilegio más grande.
Además, usted escogió palabras de los labios de Jesús sin admitir que en el mismo momento Él dio el mandamiento más grande: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30). Usted no puede amar a Dios como Él manda mientras que ayuda en el asesinato de los portadores de Su imagen.
El Salmo 50:16–19 les habla a las personas que pervierten la Palabra de Dios para sus propios fines pecaminosos:
Pero al malo dijo Dios:
¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes,
Y que tomar mi pacto en tu boca?
Pues tú aborreces la corrección,
Y echas a tu espalda mis palabras.
Si veías al ladrón, tú corrías con él,
Y con los adúlteros era tu parte.
Tu boca metías en mal,
Y tu lengua componía engaño.
Mi preocupación, gobernador Newsom, es que su propia alma se encuentra en peligro grave y eterno. “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Romanos 14:12). Un día, dentro de no mucho tiempo a partir de ahora, usted enfrentará a esa realidad. Nada es más seguro. “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Usted estará en la presencia del Dios Santo que lo creó, quien es su Juez, y Él exigirá que usted le rinda cuentas por cómo usted se ha burlado de Su autoridad en la manera en la que usted ha gobernado, y cómo ha distorsionado Su propia Santa Palabra para racionalizarlo. Al mirar por encima del precipicio de la eternidad, ¿cuál será su respuesta? Cuando mire hacia delante y vea que no le espera nada más que la miseria eterna, el castigo justo por sus pecados, ¿de qué le servirán en ese momento, todas las racionalizaciones inteligentes y los puntos de conversación políticos? Y para entonces será demasiado tarde para cualquier remedio o redención. “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (Hebreos 10:31).
Mi súplica a usted, señor, es que no permita que llegue a eso, que usted no llegue a ese día del juicio sin recibir el perdón y la justicia a través de la fe en Cristo solamente. En el Salmo 50, después de reprender a los impíos por pronunciar las palabras de Dios de una manera profana, la Escritura hace esta promesa: “Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios” (vers. 22–23).
Entonces, hay salvación para los que se arrepienten. Cristo compró la redención completa para todos los que se vuelven de la maldad, que abandonan sus malos pensamientos y acciones, y que confían plenamente en Él como Señor y Salvador
Nuestra iglesia e innumerables cristianos en todo el país estamos orando por su arrepentimiento completo. Por favor, responda al evangelio, abandone el camino de maldad que ha seguido toda su vida, vuélvase a Cristo, pida perdón y use su cargo público para promover la causa de la justicia (como es su deber) en lugar de socavarla (como ha sido su patrón).
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar (Isaías 55:6–7).
Gobernador Newsom, “ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2).
Para el Señor,
John MacArthur
Pastor-maestro